jueves, 14 de enero de 2016

Infoxicación

Hoy quiero comentar un concepto interesante que seguro que vais a incluir en vuestro vocabulario. Es la infoxicación. Obviamente es una pintoresca mezcla de información e intoxicación. Pues esto no es otra cosa que un exceso de información. Seguro que os ha pasado alguna vez: tener tantas cosas que leer que simplemente no puedes leer ninguna. La infoxicación deriva muchas veces de un exceso de deseo de información que nos lleva a coger más de lo que podemos gestionar. Pero ojo, que el vernos sobrepasado por toda esa marea de información puede afectarnos más de lo que creemos, desde simplemente perder eficiencia en nuestro trabajo, hasta realmente provocar un desmayo. De hecho el síndrome vaso-vagal o el síndrome de Stendhal podrían considerarse como tipos de infoxicación. Estos dos fenómenos implican mareos y hasta la pérdida de consciencia porque hay demasiada información a la que prestar atención (en el síndrome vaso-vagal se suele referir a una habitación llena, con una temperatura muy alta y mucho ruido y el síndrome de Stendhal teóricamente es por exceso de belleza). Y es que el problema es que la información también es un estresor porque requiere energía para gestionarla.
Realmente, la forma de protegernos frente a la infoxicación es tener claro qué queremos saber y de dónde queremos oírlo, e ignorar el resto (para lo que la meditación es una herramienta de incalculable valor). En resumen, hay que tener un buen filtro para evitar la información poco relevante que nos distraiga y nos consuma recursos sin producir ventajas.

Este concepto se lo debemos a Alfons Cornella, cuya entrada al respecto enlazo aquí.

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